Historia
Su origen es una casa familiar, que, una vez ampliada y reformada a principios de los años 80, ha conservado el ambiente acogedor de hogar y ha resultado un instrumento muy adecuado para los objetivos que se pretenden. Ya son muchas las personas que, gracias a las actividades que se desarrollan en Can Soteras, han podido profundizar en su vida cristiana, a través de un encuentro personal con Dios, y han buscado mejorar en su afán de dar a los otros y hacer conocer el Evangelio.

Descripción
Su construcción es sobria y funcional, pero ofrece un ambiente acogedor y familiar. Tiene una amplia sala de estar, una pequeña biblioteca con mesas rústicas, comedor y habitaciones individuales, con el espacio bien aprovechado. Cuenta con una capilla donde caben 25 personas. Además, en el exterior dispone de espacio para pasear, e instalaciones deportivas: una pista polideportiva (Frontón, fútbol-sala y baloncesto) y una piscina con un pequeño vestidor.